Su marido, que prestó grandes servicios en una circunstancia política, logró ser presidente de cámara y primer presidente al cabo de algunos años. Tal es la historia de esta mujer que vive aislada en medio del mundo, y que, constituida para ser excelente esposa y madre, no tiene marido, hijos, ni familia. La intención es impedir que, en el interior del recipiente, se acumule demasiada humedad sobre la trufa. Dios, que lo ve todo y no hiere nunca en falso, le castigaba sin duda por sus cálculos ambiciosos y la habilidad jurídica con que había minutado, en unión del notario Cruchot, el contrato matrimonial, en el que los dos futuros esposos se daban mutuamente, en el caso de que no tuviesen hijos, la universalidad de sus bienes muebles e inmuebles, sin exceptuar ni reservar nada, dispensándose de la formalidad del inventario, sin que la omisión del referido inventario pudiera ser alegada por sus herederos o causahabientes, entendiéndose que, la dicha donación, etc.
Amigo mío, dijo la marquesa de Aubrión entrando sin fijarse en Cruchot, trufas negras melanosporum frescas no haga usted caso de lo que acaba de decir ese pobre señor de Aubrión, a quien la duquesa de Chaulieu ha devanado los sesos. «Primo mío: El señor presidente de Bonfons lleva el encargo de entregarle el acta de finiquito de todas las sumas que debía mi tío, las cuales reconozco yo haber recibido de usted. El presidente no pudo menos de sonreír al oír la exclamación que lanzó aquel ambicioso en el momento de recibir el acta de pago. ¿El amante le interesa a usted más por llevar un puñal en su chaleco en vez de una tarjeta de presentación, y un déspota en hábito negro le causa un terror menos poético que un tirano montado de cuero y hierro? Si el peridio, la capa más rígida y externa de la trufa, es de color negro y se desprende con facilidad podemos estar seguros de que se trata de brumale.
Y hay un Mevio que le insulta, le calumnia, le denigra; un Bavio que hace fisga de él, le escupe, le escarnece. Ni bien algún recuerdo hacía que una lágrima se dibujara en el borde de sus ojos, él corría al espejo a verse llorar. Mas dicho sea de paso, guárdense de creer que él fuera incapaz de experimentar sentimientos verdaderos, o que la pasión no hiciera más que rozar su epidermis. El hocico de los perros es la parte que más sobresale de la cara y una zona muy sensible de su anatomía. Un cálido aire impregnado de dulces aromas penetró su nariz, del cual una parte subió hasta su cerebro, llenándolo de ensueño y deseo, y la otra le removió libertinamente el corazón, el estómago y el hígado. Al parecer, estas arrastran todos los aromas y los acercan a la trufa del perro, permitiendo un olfato mucho más preciso. Si bien, algunas fuentes aluden a los riesgos de tomar trufa en casos de problemas hepáticos o de gota, lo cierto es que el consumo de trufa rara vez supera unos pocos gramos, por los que siempre después de seguir las recomendaciones médicas, no parece que haya que tomar medidas extraordinarias para evitar la trufa blanca en nuestras vidas.
Está bien, me alegro, es una buena muchacha; pero, repuso de pronto haciéndose una reflexión, ¿entonces es muy rica? Esta receta última es una preparación que tiene como base chocolate, azúcar, almendras u otros frutos secos, licor, etc. Al igual que otros hongos ectomicorrízicos, Hysterangium spp. Además, su manejo y conservación son tan exigentes que requieren cuidados y mimos extremos, para conservar sus propiedades, de ahí su alto valor, el cual puede llegar a alcanzar los miles de euros por pieza en las subastas. En origen ronda los 400 o 500 euros el kilo. Utiliza 400 ml de nata y 5 gramos de trufa por cada 250 gramos de tallarines. ¿Otro italiano que hace de la trufa su razón de ser? El presidente Bonfons, en nombre de la señorita Grandet, les pagó el capital y los intereses que se les debían. Hoy les vemos penosamente descifrando las páginas místicas de Plotino o de Porfirio; mañana admirarán cómo Crébillon hijo ha logrado expresar el lado frívolo y francés de su carácter.